El por qué del autosuicidio

Tan solo 48 horas después de haber prometido que daría más detalles de lo del autosicidio, continuo. :P

Oh, verán... todo empezó la semana pasada(creo)...

Era un día como cualquier otro, de esos días en que sale el sol y se ocultan las estrellas a las 6 de la mañana;
yo levantándome a esa hora con cara de 'extraño mi camita' y alistándome para entrar a la ducha, a ducharme.
Limpio, vestido y desayunado, presto a partir con rumbo: 'servicio-social'. Nada indicaba el funesto día que se me tenía preparado.

Un largo y sinuoso camino de tráfico, y gran cúmulo de apretujones en un sauna llamado metro, me acercan poco a poco a mi destino terrenal.
Arrivando a tal lugar y ocupando el sitio reservado para mis actividades semi-profesionales, pongo oído atento a recibir la orden del día.
"Instala esto, instala aquello y esto otro y esto, además" es el mandato imperioso de mi inmediato jefe superior.

Dispuesto a cumplir mi deber, ordenador encendido y ánimo renovado, incio tan crucial labor esperando llegar a fructífero término.
Hora tras hora pasan y corren, y el desenlace se vuelve infructuoso y frustrante pues mis instalaciones desembocan en rotundo fracaso.
"Oh, Dios. Oh, cielos" vociferba en mi interior, pero la esperanza aún viva me insta a no declinar en mis esfuerzos al próximo día.

"Próxima día" arriva como todos los demás a las 6 de la mañana y la rutina comienza invariablemente; tal vez solo algunos minutos de más o de menos.
Proeza cumplida considero mi llegada al centro de trabajo, pues bestias salvajes parecen habitar el tansporte público.
Llego así, sin maś consideración, a continuar mi misión "instalar y hacer funcionar" pues en ello aún consiste mi humilde labor.

Una mañana más que mengua, y mi objetivo parece aún más distante: "Error 5..45 No existe el archivo fulanito.fl" me deja sin triunfo por un día más.
Derrotado por la digital inteligencia que evita evita que instale aquellos archivos que se me han encomendado, termino aquel día.
Para no hacer el cuento largo así habré de continuar un día y otro...y otro más y otros dos y otros tres y casi cuatro y casi cinco más... ya la cuenta es nebulosa.

Ya sin conciencia de cuantos orientes habré visto con el sol saliendo de sus entrañas, llegamos a este último lunes acontecido.
Mi embarnecida frustración llega a momento climático tras las horrorosas órdenes que díjome el informático dirigente que llamo jefe:
"Sigue... sigue intentando... a ver si ahora sí".Horrorosas, cual si me hubiera dicho 'síguete clavando agujas en los ojos', fueron su palabras.

Tal imagen mental me llevó a mi escribanía a proseguir los intentos y a comenzar los lamentos:
"Me quiero autosuicidar ... me quiero autosuicidar" escuchábase en mi mente.
En esperanza de auxilio o de desahogo, pero con la real conciencia de que no habría de hallar fin a mi sufrimiento, un grito deseperado partió de mi correo electrónico.

Llegó en forma del post precedente a este virtual espacio que vos estáis leyendo, y ahí, bajo juramento de ser continuado esperó un un lapso de días.
Así pues, han sucedido los hechos.El autosuicidio nunca fue consumado pues la ignomimina de la instalación cesó temporalmente.
Al haberseme asignado nuevos menesteres mi alma halló paz y sosiego por algunos días, pero aún con la cicatriz de la derrota ardiendo al rojo vivo.

A pesar de que habré de volver inevitablemente a tan fatídica faena, quise explicaros y haceros participes de mis dolores y congojas en este momento de lucidez.

Me despido no sin antes agradeceros sus honorables presencias, y ... y... ...

Ya me canse de usar palabras domingueras.
Y pa' que no quede dudas sobre 'qué demonios estoy hablando' lo explico en términos profanos (oseases sin p.a.y.a.s.a.d.a.s.):

Va de nuez. Estoy desde la semana pasada intentando en Linux unos mugrosos programas para instalar un aplicación web. Son 5 programas que jamás en mi existencia había utilizado; mi jefe tampoco los ha utilizado y por eso me dijo "Investiga e instálalos ¿no?" y ahí ando.

Total que terminé frustrado y cansado después de más de una semana de intentar y no conseguir nada. Y me sentí muy muy enojado de no haber podido avanzar.Tanto que me daban muchas ganas de llorar y mandar todo al diablo.

Pero bueno, estos días me pusieron a hacer otras cosas y ya me siento más tranquilo. Por suerte los autosuicidios son gramatical y físicamente imposibles de realizar. Así que sigo vivo. XD

Para finalizar este post me permito escribir este triste lamento:

"Oh, cruel destino, porque te afanas en procurarme desdicha"

(osease "¡¡¡Cómo friegas mugre destino, que no tienes nadie más a quien molestar!!!")

P.D. Disculpen el debraye mental de este post, estba muy aburrido cuando lo escribí. :P